Correr por la montaña

Correr por la montaña - Natura Vida - Complementos Vitaminicos y Nutrición Deportiva
Iníciate a las carreras de montaña y aprende su técnica
En nuestro país, las carreras de montaña se han convertido en una actividad de moda.
Cada vez más están apareciendo pruebas y eventos de este tipo, y ello no deja de ser la muestra que los deportistas buscan nuevas formas de expresar su deporte, y la montaña ha supuesto un nuevo horizonte a descubrir.
La montaña es un buen entrenamiento que supone una dosis extra que ayuda a quemar grasas. Las características del terreno, marcada por su irregularidad, hace que existan muchos picos de intensidad, que en vez de quemar la grasa por la intensidad en velocidad, se quema grasa gracias a la intensidad de los desniveles. Es por ello, que correr por la montaña quema más grasa que corriendo en llano, siempre que corramos a intensidades de carrera similares.
Correr por la montaña se considera uno de los ejercicios más completos para los corredores experimentados, pues aporta un plus extra debido a las condiciones cambiantes de los terrenos irregulares, y aparte de una extra dosis de esfuerzo, se requiere algo de técnica. Debe primar el volumen que la intensidad, y se trabajan todos los grupos musculares, es menos agresivo que la pisada en asfalto pero supone más riesgo a lesiones y torceduras si no se vigila por donde se pisa.
Consejos prácticos en la montaña
Elemento primordial, el calzado:
El terreno abrupto de la montaña requiere que el cazado proteja al deportista de las torceduras de tobillos, es por ello que la elección del calzado es un elemento de suma importancia. Las zapatillas para correr por montaña deberían estar más reforzadas por la zona del tobillo, y en muchos casos la suela disponen de tacos que permitan adherirse mejor al terreno.
La vestimenta: En cuanto a la vestimenta, depende directamente de la estación del año, pero siempre es imprescindible que sea de tejido de calidad, térmico y que transpire correctamente. Se acabaron las prendas gruesas, el tejido ha evolucionado de tal forma que en invierno se usan prendas relativamente finas con una capacidad térmica excelente.
Adaptación al hábitat natural de la montaña: Las primeras veces que se salga a correr por la montaña se ha de tener en cuenta que el oxígeno empieza a disminuir a partir de los 1700 metros. Lo mejor es empezar con alturas inferiores a los 1000 metros e ir incrementando la altitud a medida que uno se vaya acostumbrando al terreno. Es importante adaptarse a los terrenos montañosos, y empezar por caminos poco técnicos, para ir acostumbrando la pisada a la montaña.
Los entrenamientos:En la montaña las temperaturas son más extremas, y deberá tenerse en cuenta que en verano el sol abrasa y lo mejor es salir a correr temprano, mientras que en invierno hace un frio riguroso, y correr se deberá intentar correr a medio día. La montaña trae malas pasadas y se deberá evitar salir cerca de la puesta de sol, e incluso con un frontal de luz, puede pasar que nos perdamos.
El peligro de las bajadas:
Correr en las bajadas es mucho más peligroso de lo que puede pensarse en un primer momento, las bajadas se realizan frenando y tirando nuestro cuerpo hacia atrás y clavando el talón para asegurar la pisada. La posición de los brazos es abierta para no perder el equilibrio y extremar la vista. No se debería correr demasiado en las bajadas hasta que se domine perfectamente esta técnica.
La hidratación: No se deberá pensar en beber en fuentes o ríos, pues las primeras escasean y los segundos no son recomendables. Siempre hay que salir con agua suficiente para hidratarse correctamente, ya sea con bidones o en cantimplora.
La pisada en la montaña y su técnica: Dependiendo del tipo de terreno irregular que nos encontremos, se deberá ir cambiando frecuentemente la amplitud de la zancada. Siempre habrá de estar atentos con las piedras, raíces y demás irregularidades del terreno, pues son muy frecuentes las lesiones.
Comentarios
Deje su comentario